Soy lector de cómic americano, le doy prioridad frente a otros estilos y lo consumo por encima de mis posibilidades, en los tiempos que corren esto podría considerarse algo negativo, como si no viera más allá, pero no lo es. Aun así recientemente he descubierto algo que desconocía, realmente no somos fans del cómic mainstream americano en particular sino que lo somos del noveno arte en general. Porque por mucho que nos (me) guste un cómic comercial como Green Lantern, podemos coger un álbum europeo histórico de cualquier temática o una novela gráfica moderna sobre la sociedad en la que vivimos y amarlo de la misma manera. Porque somos fans de los cómics.
Esta introducción, en la que me he puesto tan intenso, es fruto de mi primer acercamiento a un cómic indie español que me hizo reflexionar sobre todos esos temas. El cómic en cuestión es Materia de Antonio Hitos y fue la elección perfecta para adentrarme en el mercado independiente nacional porque, con su innovación creativa, nos enseña todas las bondades de la industria.
Materia, un cómic de ciencia ficción de Antonio Hitos
La obra nos muestra un planeta cuya sociedad y escenarios podrían estar ubicados perfectamente en la Tierra pero cuyos habitantes no son personas, sino reptiles humanoides. En este planeta tienen lugar abducciones alienígenas por doquier que parecen no preocupar demasiado a sus habitantes, simplemente son tratadas como una amenaza como cualquier otra. Dichas abducciones invasivas son el pilar de la historia pero no lo más relevante, la importancia y el buen hacer de la obra residen en la interacción entre los personajes y las situaciones a las que se enfrentan.

Materia podría ser un género en sí mismo pero si tuviese que ponerle etiquetas o un titular le pondría el de ciencia ficción en una representación del poco racionalismo de nuestra sociedad. Los tres capítulos que contiene la obra son independientes entre sí pero a su vez están relacionados. Y me diréis, ¿cómo puede ser posible tal sinsentido? Pues porque los personajes protagonistas de cada capítulo no tienen relación entre ellos pero el hilo conductor y el trasfondo sí están conectados. No os preocupéis si en algún momento de la historia no entendéis algo o nada, el propio autor en una presentación de la obra a la que pude asistir, dijo que no todo tiene por qué tener un sentido concreto sino que la interpretación que cada lector haga de la obra será lo que le dé significado a esos aspectos. Y precisamente esa es una de las grandes virtudes de esta historia, te hace filosofar sobre algunas de las bases que rigen nuestra sociedad: ciencia, religión y apariencia. Notas cierta crítica social y te das cuenta del absurdo comportamiento humano en algunos momentos.
Otro de los grandes aciertos del cómic es su diseño, Antonio Hitos ya nos mostró su potencial en su primera obra, la premiada “Inercia” y en este segundo libro se confirma como un autor innovador y de garantías. Nos encontramos con páginas complejas cuyos encuadres de viñetas rozan lo matemático. Cada viñeta guarda simetría con la composición global y todo está perfectamente estudiado tanto estéticacomo funcionalmente. El propio autor admite haber acabado agotado tras el proceso de creación de la obra ya que el azar no era una opción. Otro aspecto en el que destaca el tomo es en la utilización de los colores flúor, nos encontramos con tan solo tres tonos (sin contar blanco y negro) pero están tan bien integrados que nos atrapan a las pocas páginas. Finalmente, destacar la portada, su diseño gráfico consigue cautivarte de tal manera que no podrás evitar llevártelo a casa.
Lo empiezas a leer. Devoras cada línea del primer capítulo. Quizá demasiado rápido así que decides parar y volver a empezar. Ahora no sólo lees palabras, también lees dibujos, composiciones y vacas. Lo terminas. Te hace pensar. Comentas tu interpretación de la obra por Twitter o en un artículo. ¿Qué pasa con esas vacas? Dejas el tomo en el escritorio. A los pocos días/horas vuelves a ver la portada. Te vuelve a atrapar y lo vuelves a hojear. Terminas leyéndolo otra vez porque esas malditas vacas rosas no te dejan dormir.

El cómic llegó a las librerías el pasado mes de octubre de la mano de Astiberri. Nos encontramos con una edición muy cuidada en cartoné, tal y como nos tiene acostumbrados la editorial vasca, con 112 páginas a un precio de 15 euros.
Se lo recomiendo a todos los amantes de las buenas lecturas, ya sean fans de los cómics, en cualquiera de sus modalidades, o ajenos al noveno arte porque Materia es una excelente obra que no dejará indiferente a nadie. Además, ¿estáis dispuestos a perderos lo que ocurre con esas vacas?